Enormidad de la inexistencia

Es un lugar común en toda sociedad humana la preocupación por la Muerte, o mejor dicho, la preocupación por la enormidad del hecho de la propia muerte, de la más que segura desaparición de uno mismo. Por formularlo en clave ontológica: ¿Cómo es posible que lo es deje de serlo?

El ácido Emil Cioran, que uno no sabe bien hasta en qué punto de entre la tragedia y la burla está, ya notaba en sus años mozos que hay una enormidad precedente, que es la anterior al nacimiento: lo que no-es, de pronto deviene a ser. Lo expresaba a su manera aforística:

¿Cómo explicar que el hecho de no haber sido, que la ausencia colosal que precede al nacimiento no parezca incomodar a nadie, y que aquel a quien le perturba no le perturbe demasiado?

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.